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Pide un deseo, la cosa que más deses en esto momento, e imaginte por una milesima segundo que va a pasar, que tu deseo se va a hacer realidad. Sería perfecto ¿verdad? El problema de todo esto es que los deseos no siempre se cumplen, al igual que los sueños. Solo nos ilusionamos pensando que ese sueño llegará, pero no. No llega, nunca llega, 
solo se queda detrás de tí, sin darte a ti ninguna explicación.